Una historia que se rehace a sí misma con el pulso del corazón, la memoria y la tecnología, El mundo del entretenimiento no tiene limites cuando hay talento.
Hay despedidas que no terminan. Y hay voces que, aunque se apaguen, siguen encontrando el modo de regresar.
El 10 de abril de 1970, Paul McCartney anunciaba el fin de los Beatles. El mundo lo supo: la banda más amada de todos los tiempos se disolvía. Fue el final oficial, pero no el final emocional. Porque cuando algo está hecho de verdad, de arte, de alma… el tiempo no alcanza para borrarlo.
Décadas después, el mundo escuchó algo que parecía imposible: Now and Then, la última canción de los Beatles. Un demo de John Lennon, grabado en los 70, donde su voz se escondía bajo el ruido del tiempo. Hasta que la inteligencia artificial —creada por el equipo de Peter Jackson— la levantó, la limpió, la rescató. Paul y Ringo la completaron. George también está ahí, en unas guitarras grabadas en 1995.
Y entonces pasó: los Beatles cantaron juntos, una vez más.
NOW AND THEN: UNA PUERTA AL TIEMPO QUE NO SE CIERRA
Now and Then no es solo una canción. Es un puente suspendido en el tiempo, una grieta por donde los Beatles regresan y nos recuerdan que lo vivido no muere; solo cambia de forma.
Es el eco de una época, la voz recuperada de un amigo ausente, el milagro de volver a cantar juntos cuando ya no era posible. Y, sin embargo, lo fue.
Porque hay historias que, por su trascendencia, se niegan a cerrarse. Y hay canciones que llegan no cuando las pedimos… sino cuando más las necesitamos. Por eso, cuando Paul McCartney cierra sus conciertos cantando:
“And in the end… the love you take is equal to the love you make.” algo se enciende. La gente llora, grita, se abraza, vibra. Porque lo entiende todo en un instante.
Volverlos a escuchar juntos no fue un truco. Fue una sinergia de amor, memoria y tecnología. Por eso Now and Then ganó un Grammy. Por eso se sintió tan hondo.
THE BEATLES: UNA HISTORIA QUE AÚN QUIERE CONTARSE
Pero hay más. En 2028, el director Sam Mendes nos llevará aún más lejos con The Beatles – A Four-Film Cinematic Event: cuatro películas, una por cada Beatle, contadas desde su mirada.
Un experimento narrativo, emocional, artístico. Con acceso completo a su música. Con la aportación de los hijos y de los que siguen vivos. Y con la convicción de que, en el mundo del entretenimiento, sí se pueden crear encuentros temporales extraordinarios.
Porque ahí, en ese universo que mezcla talento humano, sensibilidad y herramientas digitales, el tiempo no es una barrera: es un escenario.
PAUL: EL ALMA VIVA DEL FENÓMENO
Si todo esto es posible, es porque Paul McCartney sigue aquí. No solo aporta su talento, su historia y esa energía inagotable que asombra. Él es la chispa viva.
El que sigue creando, girando, emocionando, cantando con una entrega que traspasa el escenario y vibra en millones de personas a la vez. Lo que ocurre cuando Paul está frente a su público no es solo música: es una comunicación profunda entre un creador y su gente, es un lazo que atraviesa edades, idiomas y épocas.
Es un fenómeno que solo pasa cuando el contenido no se recibe… se habita. Y como fan, como oyente, como ser humano, te sabes parte de eso. Esa sensación intensa, cálida, inolvidable, que convence hasta a los más alejados, es la prueba de que el arte, cuando nace del alma y llega al alma, no envejece: se expande.
DEL ADIÓS AL REENCUENTRO: LOS BEATLES, LA IA Y EL PODER DE CREAR NUEVOS TIEMPOS
Y si los Beatles, que se separaron en 1970, pueden volver a cantar en 2023 y a contar su historia en 2028…entonces el futuro del arte está más vivo que nunca.
En El Instituto, lo sabemos bien.
Por eso creamos el modelo de Content Intelligence que conecta el talento creador con la sensibilidad de las audiencias.
Porque cuando una historia vibra con verdad, y cuando se une con quien la necesita… el mundo entero vuelve a latir.
Now and Then. And always…